Marcho por calles y avenidas
Busco
esperanzas en los ojos cansados
Reconozco
a jóvenes entre el humo asfixiante
Abro
camino, me rozan unas manos, agitan mi cara
Entonces
corro entre la niebla autoritaria
Vuelan
latas plateadas sobre mi cabellera agitada
¿Por
qué mierda me golpean a muerte?
¡Oye
camarada puedo ser tu hermana o tu madre!
Ya
sé, mi protesta te importa un comino
¡No
seas el de pies de rata, hombre!
Grito
contra la corrupción que devora
El
futuro de nuestros hijos
Me
resisto a ser la sombra que cae
Al
gemido de la naranja putrefacta
Me
sumo a los trinos del parque
Que
le ponen el pecho al despotismo
Y
allí están los jóvenes
Con
sus primaveras
A las
cinco de la tarde
Llenando
la plaza
Con
su cantos y pancartas
¡Son
multitud hombre!
Están
desalojando al olvido
Ellos
ganarán la batalla
Un poema necesario, querida Tania!
ResponderEliminarUn gran abrazo.