Aquí estoy, desatando nudos
limpiando el
vaho del espejo
fija la mirada
en mis pupilas
cansadas, de
ver las cicatrices
hay tajos
abiertos en el pecho
algunos, que no
olvido,
están en mi
espalda, los siento y no los veo
Soy tierra
acumulada
sangre
derramada sin motivos
argamasa de
siniestras devociones
hálito fétido
de ángeles en desgracia
caídos al
pantano en busca de sus alas
y me hieren,
comiéndose mis vísceras
y me hieren,
con sus hipócritas venias.
Soy tierra
desgarrada de la montaña moribunda
soy arácnida
enredada en sus hilos
mirándome
directo a las pupilas
que no se apartan de los signos
con los que mi
muerte anuncian
pregones, que se escuchan tras las ventanas.
Lo felicito. Profundo y al punto, me encantó su poema.
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