Belicoso maltrajeado y jovial
bordeó lo largo de la avenida Luz
con una botella vacía
a rastras los pies
la indecisa sombra
distante tras él
mientras de volandas
la comparsa cargaba a los santos
alguna virgen
y hasta al cura
desde la misa de seis
al bar de las nueve y media
así se fue aquella tarde de carnaval
la última del año
cuando al cerrar las puertas del templo
se agotaron los juegos fatuos
en una orgía corta y final…
0 comentarios :
Publicar un comentario