Durante treinta estaciones
los puentes y
senderos
de la vida nos
separaron
y el viento soplo rabioso
sobre los azules sueños
convirtiéndonos
en entes
insatisfechos.
Cubrí todos los
espejos,
levanté mi copa, bebí vino
verde,
rojo dolor, purpureas
penas…
y me arranqué las
pieles,
y desangre mi vientre.
Marche sin itinerario
ciega, loca, perdida…
Entre mis pequeñas manos
gotas de barro,
un cascaron roto
y un abanico de paja…
Desfiguré mis noches
hasta la blanca aurora,
arañando muros,
sin tregua , sin pausa
creando un mito de cristal
con cada imagen,
con cada verso.
con cada uno de mis
rostros.
Y selle las hendiduras
de todas mis
heridas
con oscuras madreselvas.
Me revolqué en el dolor
mientras la muerte
arrancaba uno a uno mis
cabellos.
Rompiéndome las
memorias
descendí a los infiernos
suspendida hacia abajo
ataviada de sombras
caminando pesadamente
entre torres alineadas
cuyo significado solo yo
conocía
buscando no dejar de ser humana…
MITO DE CRISTAL: JULIO 2009
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