ningún rincón de mi cuerpo es inocente ante
sus preámbulos y
juramentos
me dejo llevar por sus
provocaciones
sé que al infierno iré a
parar
pasión que me condena a
rendirme ante sus favores
ya no llevo cuentas
a él me debo como Diosa
con sus dádivas generosas,
llamativas, eufóricas
ningún rincón de mi cuerpo
es inocente ante
sus preámbulos y
juramentos
disfruto plenamente de sus
exigencias
pecado de los sentidos
sentir que bajo llave
no las negaré, señor juez
nosotros a diario lo
probamos
me reprocho el no
saber
controlar mi fogata.
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