Amistades que están atadas y
desatadas,
como cordones de zapatos,
dejándote
en medio de
la
calle, haciéndote sentir incómodo.
Te
agachas para atarlos,
y un
momento después te das cuenta
que es
mejor no confiar en ellos
y sigues
descalzo tu camino.
Un buen tema, conciso y que puede desarrollarse más. Me gusta.
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