Tú, guardador de
misterios.
|
¿Qué tal? ¿Cómo
ocupas
|
tus horas, tus
pensamientos?
|
¿Qué caminos
recorres ahora,
|
amor mío?
|
Ve, cuéntame todo
susurrando,
|
dime la verdad, pero
solo a medias,
|
mejor, no,
revélamela
|
solamente un
poco,
|
o tal vez mejor,
para que no me duela,
|
miénteme, sanamente.
|
Inventa una parábola
|
sólo para mí,
|
sobre un tiempo que
nunca vendrá,
|
porque jamás
existió;
|
un cuento engañoso,
de noche,
|
en el cual me
recogías a través de las estrellas
|
con los brazos de
los ángeles
|
y con sus cuerpos de azogue,
|
deslizándose
sutilmente.
Traducción Luis Raul Calvo
|
0 comentarios :
Publicar un comentario