Conocí algo de su vida
por casuales referencias
Alguien me dijo una vez
que amaba el clasicismo
y era devota de Mozart
su estilo e inmortal
legado
Más tarde supe
que solía sentarse
al piano, en la sala
de una vieja casona
ya demolida, allá,
por Honduras y Serrano...
Barrio de Palermo Viejo
Así, rememorando
pasados instantes
que no tuve en cuenta
en su momento;
una tarde de otoño
al volver del trabajo
aún entre dudas,
asombro y ansiedad
detuve mis pasos
Allí, en el piso primero
y desde un ventanal
semiabierto, oí los
acordes de un piano
que me cautivaron
Alguien desconocido,
ejecutaba el célebre
"Rondó Alla Turca"
de aquel insigne maestro
Extasiado e inmóvil
permanecí hasta el final
Ya vuelto el silencio
y la sala oscurecida;
lento y meditabundo
me retiré del lugar
De ese modo, día tras
día
fui adentrándome
en su arte
hasta que un fortuito
e inesperado
encuentro
me puso frente a ella
Hablamos, y le confesé
mi admiración
por su modo exquisito
de interpretar
bellas páginas del gran
Amadeus...también
mi predilecto
Con tierna y conmovedora humildad, me agradeció
aquellos minutos que
mutuamente nos dimos
Luego, durante la ocasional
despedida vi algo en
su mirada
que no logré
definir...
Dejándome pensativo
Hoy, 11 de Mayo,
una semana más tarde
y al regresar del trabajo,
con gran dolor y pesar
supe la infausta noticia
de su repentina muerte
Se llamaba Griselda
"Mujer gris, de gran
fortaleza"
-Su oculto significado,
memorial registro-
Y aquellos ojos pardos
de sostenida mirada
Las manos al teclado
que en cada acorde
parecían requerirme
desde siempre,
y referir algo esencial
cual íntima, secreta
empatía sin palabras...
Para mi, pese a la
pérdida
irrecuperable,
fue un episodio
profundo y trascendente
que muy hondo me
marcó
y jamás podré
olvidar...
¡Aquellas,
sus últimas notas
vibrando en mi
corazón!