Mis poemas los guardo
Recubiertos con fino lino de estrellas
Se fueron tejiendo hilo a hilo
Con aroma de
jazmines- con caricias de mi madre
El viento levísimo y recurrente se anillaba a mi canto
Los árboles extendían sus ramas cubriéndome a cada paso
Un olor a tierra amanecida
Aleteaba a mi contorno
Enumerando huellas
Tallando laberintos escondidos
Me hundí en el ombligo del mundo
Y encontré la raíz de mi alma
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