jueves, 1 de diciembre de 2022

Texto Id 23 por ROGER RONDON.

 Vaya, es penoso que lo diga yo

cuando salí yo

se acabaron las bailarinas

se acabaron las rumberas

en el “Tropicana” que inauguró Fulgencio Baptista

porque en los nai clob de los Estados Unidos

no lo dejaban pasar por el color de su piel.

 

Vaya, caballero, que cosa más grande, es penoso que lo diga yo

cuando salí yo

se acabó “Raquel” y toditas las demás

yo las tumbé

de cha cha chá y Mambo.

 

Vaya, es penoso que lo diga yo

no todo el mundo lo bailaba

al mambo, vaya,

de Dámaso Pérez Prado

porque era muy jápido

de tan rápido

que parecía que las parejas

estaban pedaleando el aire.









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