Son estas páginas
hechas de la sombra
donde no encuentro el farol
y si al estar por allí
con un pie en el abismo
entonces sabré que se trata de una mesa
sostenida en una letra desnuda.
No diré más que silencio
como el fantasma de un árbol
seco y solitario
que aún ido
muestra su sombra.
No diré más
que catatónico
sea éste
el discurso de la ausencia.
No diré de tus palabras
que expían del río
la pintura
el coral
y el perfume imantado que transita
oxidando el desierto
y que al llegar a las calles marginales
trepan los cables anómalos y eléctricos
Y con tu puño de lava
dibuja el asfalto en humo
y los días negros en blasfemias
cuando la palabra
alcanza el mar
el cielo
el día venidero
y todos mueran
mientras tu vagabundo.
Anoche murieron las horas
los semáforos apagados
cuando despertabas efímero
y el mundo zombi
y los zombies dormían.
Y he padecido
en pensar
en escribir
sabiendo que más nunca
nunca has de leer
estos pensamientos
Dedicado al poeta Mayor... Enrique Verastegui.
Por su sensible
fallecimiento.
Cajamarca-28/julio/2018
Moshenga VIII@Julio 2018.
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