La
amargura que cubre estas líneas
llega desde la intensa luz
de la insensatez
desde un insano momento
aquel en el cual ya se había extraviado
toda ilusa esperanza…
arrastras el cuerpo cargó a la espalda
la pesadez de ir al encuentro
de la tersa ternura
cubriendo la sala
en su ritual danza de amor…
es así como se abandonó el salón
se abandonó la danza
se abandonaron los cuerpos…
la amargura ha marcado en fuego
cada letra
los oscuros versos
son carbón seco y apagado
no habrá brasas por abrazar mañana
cuando
los cuerpos corran a su encuentro…
Nostálgico, triste pero gran poema el suyo. Un placer leerle.
ResponderEliminar