A Adriana
Te amé desde el principio de tus días
Cuando
te cobijé en mi vientre
En
ese fluido mágico Latiendo mis latidos
Sudando
mis sudores Esperando tu tiempo
No
existía tu sombra
Eras
una metáfora animada germinando materia de esperanza
Y
cuando naciste… supe lo que era ser
feliz
Esa
palabra que creía solo una grafía escarlata
Y pasaron los días de los años
Atravesando por ellos de la mano sumidas en la fábula
Reconociendo
el agua la tierra y los colores de las cosas
Robándonos
un sol por las mañanas Constelaciones
de plata los luceros
Eras
una mujer chiquita de cereal arcilla y coca cola
Y cuanto más te conocía más
te amaba
¡Golpe de suerte de mis entrañas veleidosas !
El
tiempo aquel se ha ido lejos
Hoy tienes diecisiete y se marcharon ya
los
tules las hadas y los cuentos los pétalos de azúcar
las
sonrientes muñecas de polipropileno
el uniforme azul tus pasos en
silencio
Hoy siento que te escapas hacia un jardín sin
cercas
Que
estás abriendo puertas yo temo cerrar ventanas
Y respetando al tiempo hoy que
nuestras sombras se separan
Ya
voy olvidando mi sonrisa ya se me va
volando el alma
Ahora conocerás la noche Venus en ciernes
[
sabrás lo extraña y bella que es en su negrura]
Caminarás sola
bajo los brazos transparentes de la luna |
ah… la luna, dueña de mil secretos |
Ahora
vuelas Empieza la aventura de
vivir
Expuesta al viento a la lluvia a las tormentas
Y habrás de consentir a tus demonios meterse fieros por entre las costillas
Amar
la soledad de cualquier día
Desear
los días solos y en silencio
Dar
aliento a tus horas
¡
Conságrate a la vida sin temores !
Vive
esa pirámide de fuego que a tu edad se lleva dentro
Eres
de las mujeres nuevas de las que no se
ciegan con relámpagos
De las que no se cansan en caminos con espinas
Mantén
tu risa fresca Viva su aroma de
duraznos
Respeta
al mar
Sé
amiga de mareas del liquen de la arena
Cumpliste
diecisiete ya eres una mujer hecha y derecha
Y
yo aún sigo creyendo que el amor y los milagros
no se dan todos los días
Para
mí fueron ciertos esa vez cuando llegaste
Aquella
tarde rara en que le vi el perfil a Dios
Y hoy
así como al inicio de tu historia
sigues
siendo la huésped favorita de mi vida.
DE : MORTAL
IN PURIBUS / EDITORIAL
LLUVIA ( LIMA , 1996 )
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