Del Editor

… "Íbamos a vivir toda la vida juntos./ Íbamos a morir toda la muerte juntos./Adiós. No sé si sabes lo que quiere decir adiós. / Adiós quiere decir ya no mirarse nunca, / vivir entre otras gentes /reírse de otras cosas,/ morirse de otras penas. MANUEL SCORZA. Poema Serenata. "

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Del Editor

"Íbamos a vivir toda la vida juntos./ Íbamos a morir toda la muerte juntos./Adiós. No sé si sabes lo que quiere decir adiós. / Adiós quiere decir ya no mirarse nunca, / vivir entre otras gentes /reírse de otras cosas,/ morirse de otras penas. MANUEL SCORZA. Poema Serenata. "

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"Íbamos a vivir toda la vida juntos./ Íbamos a morir toda la muerte juntos./Adiós. No sé si sabes lo que quiere decir adiós. / Adiós quiere decir ya no mirarse nunca, / vivir entre otras gentes /reírse de otras cosas,/ morirse de otras penas. MANUEL SCORZA. Poema Serenata. "

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"Íbamos a vivir toda la vida juntos./ Íbamos a morir toda la muerte juntos./Adiós. No sé si sabes lo que quiere decir adiós. / Adiós quiere decir ya no mirarse nunca, / vivir entre otras gentes /reírse de otras cosas,/ morirse de otras penas. MANUEL SCORZA. Poema Serenata. "

Del Editor

"Íbamos a vivir toda la vida juntos./ Íbamos a morir toda la muerte juntos./Adiós. No sé si sabes lo que quiere decir adiós. / Adiós quiere decir ya no mirarse nunca, / vivir entre otras gentes /reírse de otras cosas,/ morirse de otras penas. MANUEL SCORZA. Poema Serenata. "

miércoles, 30 de octubre de 2019

CLAREA por ELDI TORO

Frente a mi / argento ilumina tu faz
Café / Sonrisa
Destellos de cristal / tus ojos
Qué hay de nuevo en el mundo?
Tiempos / guarismos / comarcas ignotas
Paces y conflictos

La ventana sugiere
Formas del recuerdo
Cotidiano el silbido del agua / sonidos de mañanas
Aguárdame mi amor / descansa
Sueña
Suma pasos al camino


lunes, 28 de octubre de 2019

SOLITUD Y LLUVIA por LEOPOLDO DE QUEVEDO

Estoy en camisa
                  siento con frío
                                             la lluvia que ocurre adentro
no es la que llueve afuera
                                          es la que viene de los ojos
truena en el pecho
                                y relampaguea en el alma
no hay nadie en las calles
                                 solo vivo en mi llanto
nada ocurre allá, afuera
todo ocurre
                        en mis rincones
miro en redondo
                           mi yo está inundado
la soledad está
                   sobre un árbol
                                     y mira mis ojos
                                                              rojos de llanto





miércoles, 23 de octubre de 2019

Miradas que aterran por CARMEN VEGA OLIVENCIA


En las tinieblas,
profundas tinieblas en sopor
se distinguen miradas penetrantes,
Brillan extasiadas,
disfrutan de su tortura,
se nutren de los fríos quejidos.
Imágenes desconocidas se aproximan a la piel ardiente,
sudorosa.
Olfatean con cuidado los olores del dolor,
Manos de dedos finos se posan sobre la frente,
Responden los ángeles defensores,
Ángeles encargados del jardín de las almas sufridas.  
En su letargo, adormecida, pide consuelo a sus hadas,
Un festín de amores se aproxima ruidoso,
Y todo se torna de un dorado desconocido,
Dorado que se cuela por las heridas abiertas,
Se percibe el consuelo ofrecido,
Y los espíritus del amor entregan el tesoro esperado.
Pronto llegará la luz del sol

Y esas malditas miradas se desvanecerán.
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lunes, 21 de octubre de 2019

CABALLITO DE TOTORA por TANIA TEMOCHE

Si tus pasos te llevan al norte
Busca el lienzo azul del mar
No te inquietes por el transporte
Súbete al caballito de mar
Te llevará por mil aventuras
Querrás nadar, pescar y remar
Sinfonía de gaviotas oirás
Ganas seguras de aletear
Barcos, anclas y muelle
Pescadores y redes sin cesar


miércoles, 16 de octubre de 2019

Pestañas de los pinos por FLAVIA COSMA



Traducción de Luis Raúl Calvo

En el vacío azul que separa continentes y mundos
los rayos del sol se filtran a través
de las pestañas de los pinos.

El lago brilla haciendo menudas arrugas
en los ángulos de sus ojos,
risas y gritos flotan sobre la cresta de la brisa;
estirada, en la arena húmeda del norte espero
que  todo termine rápidamente.

 Aguardo la muerte.

 Unas hormigas, anunciadoras de tormentas
trepan sobre mis brazos y mis senos.
El cansancio del ocaso nos muestra sus
caras desconocidas.

 Algo se ha usado irrevocablemente dentro mío;
sola, con la amargura ajena del  viento
veo pasar las horas, los días, las semanas,
observo la luz descendiendo sobre los altos tallos,
y como después penetra en la tierra,
y se transforma en tinta.

 Las palabras tienen el sabor del beso-sello
de los labios del indio Inca
ennegrecidos por el tiempo.
Las nubes cambian su forma, salen del paisaje
otras vuelvan a ser desde los abismos,
la inquietud del agua
se funda en la  piel del lago.

Esfúmame césped,
acaríciame viento,
dadme a beber el sueño, la frescura
desde el hueco de vuestras manos.

Quiero embriagarme
 beber la muerte

como  un dulce veneno.


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domingo, 13 de octubre de 2019

EXISTENTE por ERNESTO LOBO


Sobre frágiles alas
viajan los ensueños
cobijados por el viento de aquel amanecer
que hace de la nostalgia un extravío…

Las últimas flamas de los maderos
murmuran escasez
de pequeños espacios
de errabundo sin prisas…

Y las cuerdas templadas
de la vieja guitarra
hacen con la arisca pasión
lo largo del camino…

Esas voces a la distancia
esas manos ajenas
aquel mirar sesgado ha llenado la casa hoy…

Fue así como los años se cargaron la vida…


miércoles, 9 de octubre de 2019

LOS DIAS DE LA INOCENCIA por MARITA TROIANO

                               


                                                                     
                                                            A mi amigo, Paco Bendezú, poeta inmenso.


En el sesentidós éramos pocos en Chincha
La moral era clara    Nos conocíamos todos
por nombres y apellidos, por signos, por orígenes
Algunos viejos rechazaban la costumbre de vivir
y otros          iban lento por las horas
con sus libros cabalgando en los bolsillos
y retazos de sol entre las manos secas
Bajo un pálido cielo    mudándose al silencio

Se andaba sin temor a la extinción
por las plazuelas quietas con palmeras bordadas           
Entre la luz polvosa
Sabiendo a las almohadas inocentes
El cuerpo cultivado en buena tierra  
La sangre fresca

En el sesentidós hubo un verano largo y muchas tardes lentas
Las sonrisas se cosieron a las sombras
y el alma se nutría a sol y caña dulce
Recostados en murallas de adobe
retozábamos tibios junto a milagros perezosos
Con el metabolismo lento
Dibujando pisadas con zapatos de charol
Los trajes blancos y sombreros con gracia los domingos
Creyendo saber mucho del diluvio universal
De la uva negra
De los gallos haciéndonos nacer muy pronto
Del rumor del sol en la floresta
De las sábanas de hilo
Del mantel manchado en Navidad con vino tinto

En el sesentidós dormíamos temprano
(salvo en la Nochebuena y para la procesión
del Señor de los Milagros)
Los insomnios venían extranjeros
con las tierras de Arabia, lepra en technicolor
filisteos , Sansón entre pantanos
y ese león de la Metro rugiendo desde écranes gastados

En aquel  tiempo  todos pensábamos que el Papa era un santo
Kennedy un ángel de los cielos y  rojo muy rojo todo el diablo
No nos herían el tiempo o los inviernos
Mariposas amarillas cubrían firmamentos
y en noches de luna llena venían de visita los ancestros

En el sesentidós tuvimos dos eclipses
un sol furioso al mediodía tres semanas
y cincuenta y cuatro tías montadas en tacones
cansando letanías a quienes saludar por las mañanas
Aquel año sentí temor de Dios
Vergüenza de mentir y fueron mis pezones más rosados
Me corrí del azufre como aroma del maligno
y escuché maldiciones del vicario mayor
por debajo de una luna que se tornó amarilla de repente

En el sesentidós estaba todo en orden
Mi cuello   mi casa   mi columna vertebral   y mi esperanza
Era tiempo de caricias, de cuentos de Calleja
de nueva historia universal
Éramos la gente de este pueblo junto al mar
que leía el periódico muy tarde en las mañanas
con la risa quebrando los temores
alejadas las lágrimas jugando mundo en la vereda con cáscaras de plátano resecas
aliento a mantequilla y vaho a mermelada de ciruelas hecha en casa

En el sesentidós era feliz    (¡Qué duda cabe!)
Tenía apenas nueve años    Alejada la malicia de vivir
Sin soledad y mil sueños correteando por mi aldea consagrada
Fue un buen año aquel sesentidós
¡Muy buen año! 
De veras.


(De : MORTAL IN PURIBUS – Lluvia Editores – Lima, 1996 – Sgda. Ed. 1997)
  


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