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Editorial Cielo Gris
… "Íbamos a vivir toda la vida juntos./ Íbamos a morir toda la muerte juntos./Adiós. No sé si sabes lo que quiere decir adiós. / Adiós quiere decir ya no mirarse nunca, / vivir entre otras gentes /reírse de otras cosas,/ morirse de otras penas. MANUEL SCORZA. Poema Serenata. "
T"Íbamos a vivir toda la vida juntos./ Íbamos a morir toda la muerte juntos./Adiós. No sé si sabes lo que quiere decir adiós. / Adiós quiere decir ya no mirarse nunca, / vivir entre otras gentes /reírse de otras cosas,/ morirse de otras penas. MANUEL SCORZA. Poema Serenata. "
"Íbamos a vivir toda la vida juntos./ Íbamos a morir toda la muerte juntos./Adiós. No sé si sabes lo que quiere decir adiós. / Adiós quiere decir ya no mirarse nunca, / vivir entre otras gentes /reírse de otras cosas,/ morirse de otras penas. MANUEL SCORZA. Poema Serenata. "
"Íbamos a vivir toda la vida juntos./ Íbamos a morir toda la muerte juntos./Adiós. No sé si sabes lo que quiere decir adiós. / Adiós quiere decir ya no mirarse nunca, / vivir entre otras gentes /reírse de otras cosas,/ morirse de otras penas. MANUEL SCORZA. Poema Serenata. "
"Íbamos a vivir toda la vida juntos./ Íbamos a morir toda la muerte juntos./Adiós. No sé si sabes lo que quiere decir adiós. / Adiós quiere decir ya no mirarse nunca, / vivir entre otras gentes /reírse de otras cosas,/ morirse de otras penas. MANUEL SCORZA. Poema Serenata. "
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Te fuiste cuando estaba llorando
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como cirios que derraman
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lágrimas perladas.
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Te fuiste, aunque estabas ahí, inerte,
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delante de aquel ángel
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que colgaba junto a las flores que
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adornaban tu marcha.
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¿Será que el viento apagó tu voz en el silencio de la noche?
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O te perdió el sol por la tarde tras el horizonte.
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Hasta ahora no entiendo por qué te fuiste dejándome solo.
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Y, hoy, en tu morada entre plantas y árboles,
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donde estremece el silencio y el canto de los pájaros,
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sollozando digo;
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¿Por qué te fuiste?...
¿Acaso te salieron alas?
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Somos
los insolentes barqueros que no llevan a la otra orilla
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Los
efectos de sus mentes ni las canciones de sus almas
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Que se
guardan los tesoros del pez el puerco y el potro
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Que
no cruzan con la barca a la orilla designada
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Llevando
consigo los trofeos del bien de ojo
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Somos
los cíclopes de ningún solo ojo
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Que
miran y parpadean con la noche
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Y
la vida es la otra orilla de las noches
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La barca
de los días el sol en el cielo
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Los
amores y el tabaco en la tierra siete y setenta velos
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En
nuestro oficio de cruzar almas a la otra orilla del tiempo
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Nos
reservamos las hijas de capitanes y los hijos del colegio
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Nos
quedamos con la miga y arrojamos la cáscara al abismo
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Y
entonces nuestra barca transcurre vacía
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De una a
otra orilla sin peso sin oro sin valor sin prodigios
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Y
alcanzamos el fin de los días de las pausadas horas
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Como
viejos boteros homicidas que se ocultan
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En
los camarotes nichos como reptiles y piratas
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Y
esperamos estúpidamente que la vida nos agende una hora
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Para
explicarle que lo intentamos que siempre lo intentamos
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Pero que
el trabajo era tanto y tan maniqueo
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Que
sólo cruzamos el heno el pan ácimo y el vaso de agua
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Que lo
demás los desposeímos y que ahora que nos morimos
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No
nos llevamos nada a la otra orilla
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Y la
vida nos escucha y nos da rienda suelta
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Y
nos manda a patrullar la mar y nosotros ufanos
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Porque
la engañamos la burlamos pobre vida
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Y
el mar es nuestro pasado pobre marino incauto
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Nuestro
pasado que es casi todo y es todo lo abusado
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Porque la orilla sólo es de los más cautos de los
rectos
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Y el mar es el cielo fatal de los patéticos
náufragos
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He
dejado que el tiempo vague
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Más
allá de mis deseos
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He
dejado que los vientos soplen
Allende
el ventisquero
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Que
eludan mis pensamientos
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He
dejado que mis manos tiemblen ante la luz
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De
los amarillentos candiles
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Dejé
el ventanal entreabierto
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Con
sus aves mirando tras el cristal
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Dejé
también un sobre en aquella mesa
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De
cóncavas patas
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En
donde se confunde hoy con mañana
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En
donde sin duda alguna
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Quedaron
olvidados algunos tontos afanes
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Pero
de aquello nada importa ya
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Estás
sentada con la cabeza dormida
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En
el mismo sillón
Junto
a mí
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Voy
a dejar que el silencio nos envuelva
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En
esta cómplice dicha tan mía
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Solo
mía…
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