Con la daga en la boca
avanzo sobre pólvora negra
a la espalda la destrucción
al frente el delirio de verte…
Lancé los dados
incitando a la duda
retando al destino…
sobre las mesas clavé dientes y uñas
marqué mi presencia
para luego dejar un breve adiós
grabado en el madero…
Soy el que canta
Soy el que muere
aquel que ha jugado su destino
a un último naipe…
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