jueves, 1 de septiembre de 2016

MISTERIO NOCTURNO por EDUARDO ARROYO LAGUNA


I

La calma impera en una noche plateada.

Donde hay un beso infinito entre tinieblas
y la memoria ya es olvido.

Un resplandor deslumbra mi alma
atravesando un recuerdo
que vaga en soledad buscando a un semejante
y el corazón anida en mil fantasmas
fecundando sombras en el pecho.

Contemplo asombrado
mi encuentro con la noche.

¡Hijo del Cosmos soy !

Y desde lo profundo
brota en mí un himno a la vida,
a su enigma y su brillo,
a mis padres ya  muertos,
a los héroes y amigos,
agradeciendo el gozo
de hermanarse por siempre
al Universo.

II

Creí tras mucho meditar
que la noche me entregaba sus secretos.
Pensaba yo que era un dios de la creación
como al inicio del tiempo.
Mas...
todo fue una pasajera ilusión.

Aún sigo absorto
contemplando callado

el insondable misterio nocturno.




0 comentarios :

Publicar un comentario