Bebo de un café
las voces van rompiendo
una siembra de colores deambula
un tenor de ciudad que no entiendo
arrastro las voces cual pesada piedra
roca enmudecida y
aguardo…
Se,
creo saber
que es un tiempo perdido
dejo también una plegaria pegada a la mesa
me llevo un grato recuerdo para aquellos pasos
con los que habré de volver a la quieta calma
quietud impasible
imposible quietud
la ciudad y sus muros
la piedra sobre la tierra
el sonido a latas
a voces ajenas
una esquina que se quiebra
y la ciudad
impasible
se sumerge en el cafetín de siempre...
BELLO POEMA
ResponderEliminar