lunes, 24 de abril de 2017

Vida adversa por Julio Goicochea:



Te fuiste cuando estaba llorando
como cirios que derraman
lágrimas perladas.
Te fuiste, aunque estabas ahí, inerte,
delante de aquel ángel
que colgaba junto a las flores que
adornaban tu marcha.
¿Será que el viento apagó tu voz en el silencio de la noche?
O te perdió el sol por la tarde tras el horizonte.
Hasta ahora no entiendo por qué te fuiste dejándome solo.
Y, hoy, en tu morada entre plantas y árboles,
donde estremece el silencio y el canto de los pájaros,
sollozando digo;
¿Por qué te fuiste?...  ¿Acaso te salieron alas?

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