martes, 23 de septiembre de 2014

Mil novecientos noventa y ocho por Humberto Polar

Hay que tener valor para cerrar las puertas, para sellar las urnas,
             para lanzar las balas.
Yo no lo tengo.
Si acaso miro de abajo a arriba como el pero
y espero un viento cómplice una patada celeste
que haga y no haga el estrago, que aproxime los labios deseados.
El momento y el lugar se los dejo a los estúpidos valientes.
 
En “Mil novecientos noventa y ocho” 2013

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