martes, 7 de octubre de 2014

Parto, Alumbramiento por Ernesto Valentín Sánchez

Un destello de luz diamantina
se tornó en materia candente.
El Universo al tacto se hizo sensible.
La luz acababa de ceder,
desde su vientre, un alumbramiento
como por acto de magia
y tal vez en puro silencio.
Testigos no hubo, no asistieron.
Si el parto fue adornado
con la primera sinfonía de Dios,
nadie la escuchó;
los oídos surgieron luego,
posterior al magno evento.
Hoy la universal humanidad
ostenta luminarias de alto vuelo,
astros que muestra el firmamento
para su disfrute, su encanto, su magia
y del Espíritu el sustento.
Luego de hacerse la luz
la misma luz parió un Universo.
 
 
5-23-14    ehvs  Hormigueros Puerto Rico

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