En un pequeño recipiente
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el pez dorado no se pregunta
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qué hay detrás del vidrio
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con el que su cuerpo choca
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de vez en cuando
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Ese es el mundo donde sueña
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con un lugar mucho más
grande
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cree vislumbrar seres
gigantes
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a través del agua
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seguramente dioses que
gobiernan
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su orbe transparente
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Transcurre su existencia
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en un presente interminable
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Quien nunca estuvo
acompañado
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no conoce la soledad.
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De Mi nombre en un grano de arroz
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