DESTINO AYER por ERNESTO LOBO

 Ayer me embriague                  

con risas y alcohol…

 

No había amanecido

cuando las aves viajaban 

de sur a norte

mientras el horizonte

dormido

aun no aparecía…

 

Si hasta la mudez del eco

retumbaba sorda contra los muros

mientras la estrella del sur

como el rumor de las rías 

recorrían la planicie...

 

Ayer antes del amanecer

la helada se fue retirando

pues cuando la luz llegó

el prado era de flores

mientras el verdor del campo

ya sonreía…

 

Es cuando calcé mis botas

hice por mi montura

para seguir sin rumbo

hasta donde el destino

me decidiera llevar...

 

 

26.3.2024

HIMNO VERDE por FELICIANO MEJÍA

 Albaicí de benjuí y lavanda en flor,

transida de mi alegra y amor:

deja que vaya hacia tus brazos

y me cobije en tu pecho,

mientras el corro de soldados ronda

en las oscurecidas calles

y el bronco canto retumbe en la oquedad.

 

(Cóndor y Toro) (Serpiente y Cerdo)

 

Cúbreme con el olor de tu mirada,

protégeme ya (amada - amado);

y que el ojo vidriado no me vea,

hasta que pase el tiempo de la sombra

y salte del carbón la Fogata

y muera el dolor.

 

Y haz que mis heridas duelan menos,

haz que mi canto contenga eterna miel,

haz que mi cólera como siempre construya,

y al final, ven, conmigo, caminando

con todos, así, libremente... Amor!.

LA CALLE DE MI PAIS por ANDRÉS LORIENTE

 “El mundo es amplio y ajeno” leí una vez, y no entendí

Que decían porque aún estaba en el calor de mi casa,

Entre el cobijo del colegio,

Ante la gente que quizás tampoco lo entendían,

Pero me querían muchos

Y miraban con ojos entristecidos mi afán por saber,

Sintiendo que no entendía que ocurría.

Solo después de salir a la calle, fuera de las tibiezas del hogar y el colegio

Empecé

a ver y oír,

a oler y gustar,

a sentir…

Lo que me rodeaba.

No puede decir “no me gustó”,

Solo digo que no entendí los contrastes

la selva con la ciudad,

las calles con el terraplén,

las casas con las chozas,

la desnudez con los grandes trajes,

las barrigas repletas con los huesos a flor de piel.

Solo algo es igual para todos

El sol implacable,

La lluvia de mayo,

El rio que todo lo inunda

La brisa de la mañana,

El olor de piña madura,

Así es mi tierra.

Igual para todos,

Y distinta para algunos

CAZAR TRUENOS por CARLOS LÓPEZ DEGREGORI

 Voy a cazar Truenos:

las trampas son para los machos y los lazos para las hembras:
voy a retorcer su carne encendida
excavaré el aire para encontrarlos
las paredes dentadas de las montañas:
aún no sé lo que es cazar
y si me pidieras que te explicara por qué debo buscarlos
te diría que ellos son el cumplimiento de mi pérdida:
adiós: besa el espacio ausente de mi brazo
y déjame tu insensibilidad:
ella es como los Truenos o la música de los huesos:
deséame Truenos ballena
y mórbidos Truenos de marfil
Truenos madre con sus lucinados Truenos hijos:
concédeme el frío amanecer
y la misericordia de los arpones

EL AMOR ESTABA CUANDO YO LLEGUÉ por GLORIA NISTAL.

  ¡Qué afortunada fui

Cuando se volvió a sonreírme

¡Y me estuvo mimando durante años!

La añoranza enloquece

 Recordando el paraíso vivido,

Que no soñado,

 Cierto, seguro, palpado,

Palpitado,

Grabado en las vísceras

Y en el alma.

 El amor estaba cuando yo llegué

Y se cambió de casa

 Y se vino a vivir conmigo

Con todas sus consecuencias.

Ahora, en el después que habito,

Expulsada varias veces del edén,

Huyo de la nostalgia,

Aborrezco llegar a ser

 La persona que mira con melancolía

 Los dulces paisajes del pasado,

Esos que también fueron amargos,

Pero compartidos.

El amor ya no está

 Cuando yo llego,

 Pero sé que sigo siendo afortunada

Y sonrío

 Llevando en mi cara todas las muescas

Del pasado y el futuro.

SEMBRANDO VIDA por ERNESTO LOBO

 Hay un alma serena y errante

la sentí vagar enredada entre las nubes

su sombra iluminó la noche

para perderse luego tras los filamentos de luz

que la mañana desparramó con soberbia belleza…

 

La he de esperar

al borde de la cascada

porque en aguas

ha de volcarse tierras abajo

con una rama de olivo entre los dedos…

 

Desnuda ha de vagar

sembrando gruesas semillas

de las que brotarán

placeres gestos y razones

cubrirán a todo angustiado ser

en este angosto laberinto

que es la vida…

 

marzo 2024

EL COLEGIO DE MI MUNDO por ANDRÉS LORIENTE

 Aulas grandes, con luz de todos los colores

Y bellezas, por la mañana de números y proporciones

De letras y textos llenos de pensamientos

De esos que nos ayudan a ser del tamaño de nuestros sueños

Puertas enormes y bellas se abrieron

Pero al volver a la calle,

A nadie gustaron los textos que aprendimos

Pocos oyeron las nuevas ideas

Y mucho menos las aplicaron

Fuimos tertulias y poco mas

Nos espantaron los toscos

Los que nada querían de nosotros

Solo el dinero de los que fuimos instrumentos

Regresamos cada vez con más rapidez a las aulas

A buscar las diferencias,

Por qué hay tanta incomprensión.

Solos las letras ayudan a entender

Pero pocos leen.

 

IMPROMPTU DE OTOÑO por HUGO LEGUIZAMÓN

      Creciente oscuridad

      embelesada y sutil
             te refugias
            y confundes
     bajo las hojas yertas
   del nuevo lapso otoñal

     Y sueña el atardecer
  cual encumbrada caricia...
      mientras se hermana
               al silencio
   de los sauces llorones
             que añoran
            las mañanas,
     el pañuelo de la brisa
                secando
          sus lagrimones
       
  De pronto llama al poeta
                lo incita
         a que le escriba
       su metáfora de luz
                 El decir
            introspectivo
            que apuntale
           viejas deudas
   Ambulantes soledades
        por los caminos
             del tiempo
            ya borrados....
             sin retorno
     
     Un soñar de palabras
   de improviso presentes
              con lumbre
         de un sol extinto
            y aguafuertes
               repintadas

DE TANTO PENSARTE por GLORIA NISTAL

  Se me olvidaron los pensamientos.

Si nada tiene motivo

¿Por qué te pregunto por qué?

 Ya no me sirven los puentes

 Ni las puertas

Si no es para quererte.

Ya no me sirven los rojos ni los cielos

 Ni los hombres solos.

 Ya no me sirve el aire

Que me daba seguridad

Y recargaba mi vida.

Ya no me sirven

 Las huellas de la niñez.

 Ya puedo sentirte,

Eres mi pura soledad.

EPITAFIO por ERNESTO LOBO

Ya el guerrero

indómito soldado

con el yelmo doblegado

perdido el horizonte

sus ballestas, dardos y piel

abandona la batalla…

 

Todo se ha perdido

señor de la guerra

dios de lo indomable…

 

Exhausto de brega y olvido

ha escrito sobre la roca

ni un paso más

aquí mis armas

junto a mi carne

junto a mis huesos...

 

2.3.2024