A CIRO ALEGRIA
VIVES,
|
Te palpo,
|
interminable y único,
|
bajo mi nada sola que ya no tiene prisa.
|
Te palpo la mirada,
|
lo que piensas y el eco,
|
la palabra antes dicha,
|
el silencio y el modo,
|
con los poro abiertos como oídos de ciego.
|
Te palpo cuando lloro,
|
pues llegas a mi boca bien nacido,
|
transparente y tan tibio como nunca.
|
Te palpo cuando rezo,
|
cuando peco te palpo,
|
porque abarca la forma de mi vida
|
como el tacto
|
lentísimo del tiempo.
|
Te palpo tras mi frente,
|
cuando te quiero ver,
|
y eres como el agua
|
que lame cuando pasa
|
las plantas y la sed.
|
Te palpo y tiene pulso tu arteria despeñada,
|
y empañas con tu aliento la inefable
distancia.
|
Te palpo y el aire que palpo me respiras,
|
¡No has muerto, no, no has muerto,
|
me adentras todavía!
|
0 comentarios :
Publicar un comentario