Con el tiempo vi
las formas universales de este nudo
Aminore las cargas
que uno lleva en la retina
Y como si fuera una
estratagema antigua
Aquella imagen
desapareció de repente
Hacia los tres
círculos de tu sola dimensión
Encontré las
pálidas hebras y un canto
A la mañana como
antaño fui feliz nuevamente.
Cuando el sol se
expande y mis labios se nublan
Pienso, ¡qué digo
siento!
En las prontas
palpitaciones de mis adentros
No eres tú, que no
llegas con la tarde o la lluvia
O que no te
encuentras situada en República Romana alguna
Tiempo, tiempo,
cuando para uno
Los segundos de la
tarde son eternos.
Y mi pronta
dimensión se nubla
Quedo solo a la
espera de la llegada
O una impronta
inesperada que algo diga.
Con el tiempo, y ha
sido así
El invierno ha
muerto
El olor ha reptado
por la ventana
El calor no es ya
de un cuerpo
© Pablo Villaizán
Amberes, Julio del
2014
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