Entre
tanta ruindad
|
quedará
penúltima
|
la
sinfonía del viento,
|
lo
último todo será silencio.
|
|
No
habrá entonces
|
quien
a cuerda suelta siga
|
rasgando
sobre el madero
|
secando
al llanto del huayno.
|
|
Tampoco
habrá
|
siguiente
día donde
|
resignado
pueda intentar
|
callar
el lloro descerrajado.
|
|
Serán
otoños intensos
|
cuando
ausente las lluvias
|
recién
acudan tarde
|
piadoso
a arrinconar las secas hojas.
|
|
La
hojarasca testigo
|
de la
intensidad verde
|
y
efímera de la frondosidad,
|
quedará
quizá la simiente y raíz.
|
|
Será
eterna la siembra
|
cuando
los surcos en fecunda tierra
|
haya
logrado feracidad y tierno
|
abrigo
al nuevo plantío de la vida.
|
|
0 comentarios :
Publicar un comentario