martes, 30 de diciembre de 2014

ANTE LA VIDA por Eduardo Arroyo a la brava generación del 68

I

La mirada se eleva al firmamento
entre bosques undosos de eucaliptos,
robles, pinos y romerillo.

¡Tanta vida han visto estos ojos!

La niñez me supo a corta edad,
a inquietas travesuras y tibiezas del hogar.

En la turbada adolescencia
y durante mi trajinada juventud,
marchamos en pos de la gloria hace un siglo
recorriendo cimas del heroísmo,
andando ciudadelas de ilusión, 
buscando tomarlas por asalto, 
movidos por las ansias,
animados en la dulce quimera del deseo
y el sublime fervor de la pasión.

II

Con el pecho abierto ante la vida
y el corazón entre las manos
pusimos toda nuestra sangre en la aventura.

La historia de los tiempos
no recordará épica mayor.

Millares de jóvenes escalando montañas,
coronando nevados de altas cordilleras,
abrazando un arcoiris de esperanza,
Insomnes,
colgando de hilos de plata de la luna.

La historia de los tiempos dirá
que fuimos surcando constelaciones
y aunque heridos cruzamos ríos helados
danzando ebrios y desnudos
tras bacantes en los prados.

¡ Ah, estrellas fugaces que iluminaron
el nacer del amor y la pasión !
 

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