Ser yo
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Entre tantas, ser yo,
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Yo, la elegida.
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Yo, que cargo las sombras del universo,
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que estoy cubierta de pozos profundos,
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tan profundo como las tinieblas del dolor.
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Yo, que entregué el alma al infierno
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cuando me hablaron de despedidas,
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cuando en un segundo aniquilaron mi vida,
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dejándome moribunda en el jardín.
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Aquel jardín donde una vez me llevaron al cielo.
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Y me vuelvo a preguntar mil veces,
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por qué entre tantas me escoges a mí,
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si solo tengo para ofrecer melancolía y
tristezas.
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Si al mirarte a los ojos,
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es otra luz la que ilumina los recuerdos,
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y se nubla mi vista en remordimientos.
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Pero estoy resuelta,
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hago un pacto con la vida,
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desde ahora trataré de sentir
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como se siente la ternura en la piel joven,
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como palpitan los labios con un primer beso,
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y se despierta voraz un deseo loco de
amar.
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Es que el corazón me grita: Te lo mereces.
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