viernes, 24 de abril de 2015

Un beso inconfesable por Omar Monroy


Amanecía
cuando sentí tu mano desabrochando
el cielo o el infierno.
 
Agitado se despertó el ángel o el demonio
que habita al filo del abismo.
 
Atónito cerré mis ojos y me dije que sea
lo que Dios quiera.
 
El día se oscureció y volvió a iluminarse
con tu bendito beso.


0 comentarios :

Publicar un comentario