Como un ciego errante
enfrento la noche como el día
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Me prendo de las luces como
de las sombras
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Voy a tientas corriendo sin
mirar si hay futuro
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Cruzo y cruzaré cuantas
verjas hayas levantado
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Serán celestes y no blancas
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Lo conversamos la otra noche
mientras lanzabas tus últimas frases
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A un viento helado en donde
quedaron
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Pegadas a las estrellas por
el infinito eterno de un instante
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El hielo era de azul intenso
enlazando cada letra
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Fue imposible decirte que no…
entonces callé
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Para enfrentar la noche como
si fuera día
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La luz matinal como el oscuro
resplandor de la medianoche
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Te dije que iría de frente
contra los muros sabiendo que eran pequeñas
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Verjas de madera que al filo
del jardín fijaron
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Nuestra distancia y todos los
límites
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No recuerdo haber reído
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No recuerdo haber cantado
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No recuerdo nada
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Salí a trompicones con toda
la prisa golpeando sobre el hombro
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Iba cual iluminado tras unas
huellas
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A sabiendas que no eran tuyas
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Igual seguí un inmenso tramo
hasta caer dormido
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Entre piedras y cactus
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Desde entonces te miro y
espero y hablo sabiendo
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Que ríes escuchas y callas
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Qué larga melancolía me
envuelve al mirarte al trasluz de estos
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Recuerdos en donde por
siempre
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He de perderme pequeña luz…
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En “Ignoto” (2014)
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