Cómo
no ser dueño de nada ni de nadie.
Cómo
abrir esta jaula y dejar libres los pájaros.
Pro
vita sua.
Digo
lo del griego: “Yo fui un muchacho
y
su muchacha, un pez torpe en la corriente”.
Digo
ahora: Es difícil rescatar antiguos versos,
lejanas
sensaciones que hoy no corresponden
al
movimiento de mi mano.
Se
trata quizá de ordenar viejos datos,
diamantes
guardados en la memoria,
notas
acerca de alguien que fue torpe y dulce
y
torpe una vez más.
Creo
que esto es la Poesía. Libres los pájaros,
absueltas
las equivocaciones y las culpas,
limpia
por fin el alma. Pro vita sua.
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