Para Raquel
En la quietud de la noche estrellada,
tu mirada se convierte en mi día;
te necesito junto a mí, enlazada,
como dos almas que el destino guía.
Tus labios son la melodía que anhelo,
en cada beso encuentro mi canción,
estar juntos es emprender el vuelo
y compartir contigo mi ilusión.
Eres el verso que mi mano escribe,
amor que en mi pecho late sin cesar;
en cada aliento tu perfume aspiro
y en cada pálpito te preciso amar.
Madrid, 26 de febrero de 2024
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