Asaz, el tiempo de las
maldiciones se cernió
la vieja calleja ya
cerrada
de ventanales quebrados
y un húmedo viento que
oxida la tarde
envuelve mi carne…
es tiempo entonces de recomenzar
la trama
bajar el telón
oscureciendo el tablado
e ir en búsqueda de aquel candil
que muestre los pasos
por el terral…
ya llegó el punto muerto
y es aquí por donde el
ser divaga
se descolgó el frío
intemperante
al encuentro de la
brusquedad de una salida…
deliran las cuerdas de
la guitarra
se arrastran las frases
del orador
se han frenado las musas
ante el amanecer
puesto
que el día de la maldiciones
al
final
se ha
descolgado…
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