A la memoria
de Doña Margot, Cereté. 2015
Como una margarita, ella traía
el sol al pecho, siempre bien amada.
Generosa de luz, resplandecía.
Serena flor, abuela, madre, hada.
Era de azul febrero y esparcía
por la casa bondad, toda aireada.
Llevaba un halo de sabiduría,
como luna sinú, pura, elevada.
En el rosa del alba diluida
debe estar, solo aroma, delicada.
Corazón de los hijos, bendecida.
Siempre vivo el candor de su mirada.
Inolvidable fiesta de la vida.
Niña
doña Margot, hoy celebrada.
2016
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