Un invasivo lodo aniega mis entrañas
el viento se alza con mis sueños
dejando hielo en las jornadas…
cruzo riadas violentas con la extinción pisando
los tiempos
y allí, justo ahí
insurge pueril el horizonte de un nuevo Mayo…
con sus bellos ojos repletos de ilusión
avanza sus pasos imaginando caminos
irrumpiendo irreverente
por el adoquinado de estrechas callejas…
tal vez entonces
el amanecer volverá a surgir
del vientre de aquella refriega...
Un Mayo irreverente renovado,
ResponderEliminaresperanza de la verde espera
en el camino imaginado.