Tomaba
la piel del gato
envolviéndome en ella.
Tomaba el rostro del gato
bebiendo su misterio.
Tomaba los ojos hondos de carbones encendidos
y me calentaba con sus luces.
Tomaba la luna en mis brazos
y viajaba.
¿Adónde van hoy las naves azules
hacia cuáles orillas, hacia cuáles sueños?
El camino hacia ti está cerrado
hundido en sí mismo.
Llamados a ser salvajes, unos gatos menudos
investigan las habitaciones, temprano por las mañanas
queriendo
saber si alguien sigue viviendo por aquí.
Traducción de Luis Raúl Calvo
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