En añil los descalzos pasos de la tarde
como las altas salientes del paredón…
Añil en tus ojos al decir que no
como el viento al irrumpir de madrugada…
Ese mismo añil que la noche niega
es el que acompasa mi canto
el de voz queda
aquel de suaves susurros
creyendo que de no escucharlos
harás
por buscarlos
aún bajo el oscuro telón de la negra noche…
Y en añil el mar
con sus barcas rumbo al final del horizonte
en donde sus proas se han quebrar
para no volver…
Hermoso poema
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