Frágil densidad en este acopio de vida
Un esquivo espacio
Por donde zampoñas
llenan el aire
Con mágicos
zumbidos
Y estrellas que en vericuetos de fuga
Cruzan por entre
opacas nubes…
En este límite sur
de la tierra
La noche se parece
al día
Brillos de todos
los extremos se entrelazan
Con el vahído de la
soledad
Mientras ruedan los
colores embebidos
De indomables
ensueños…
Es posible por aquí
Entonar una canción
Gritar estrofas
cargadas de monocordes versos
Sabiendo que el indómito
eco
Los devolverá en
quebrada melodía…
En esta lánguida
tierra existo
Porque esa ha sido
siempre
La esencia libre de
los caminos
Que sin duda
soportan hueso y carne
De errantes y
furtivos caminantes…
bello poema
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