Sin
velos ni secretos,
en
la hierba
con
gotas de sudor
y
desfiles de deseos
sin
censura
Y
en la salvaje espesura
decir
¡Sí!
a
las estaciones de la vida
a
los días de pasión
a
las tiernas notas de poesía…
A
los arrebatos de calor
a
la naciente primavera,
a
ocultar mis espinas
de
los viejos golpes,
al
libre amor…
Y
decir ¡Sí! Flotando en la parva de heno con tu jubilosa lisura.
Esa imagen de recostarse en el heno nos hace tocar la tierra, su perfume y la infancia en el campo de mi abuelo.
ResponderEliminarGracias Ernesto por este poema balsámico.
MARITA RAGOZZA