Madre
Afuera un viento de filo taciturno
a tajos ha recibido mis palabras
y
sangrantes buscan el amparo de tus ojos.
Déjame entrar a la tibia nieve de tu pelo
que este frío me grita en plena orilla
y quiero poner mi roja lágrima nocturna
en tu pecho
extenso, inacabable
y quedarme a morir hasta mañana.
Excelente
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