Tu
voz ya no es ausencia,
ni tu rostro amorfo grito,
eres el eje desquiciado
de los torrentes de mi centro.
Vuelen locas las blancas aspas
apuntando hacia el cielo
y sean tus fuertes manos
las que desgarren la piel
de mis últimos trajes de niña.
Compláceme una y otra vez,
haciendo ladrar
enfebrecido al tiempo,
convirtiendo el beso esperado
en ansias y deseos líquidos.
¡ Liba!... ¡ Liba!...
frenético la fruta
vaciándole la pulpa,
arrancándole de golpe las pieles,
atravesándome de amor
hasta que arda como ascua.
Sea tu lengua violenta espada
en pozo profundo
entre coronas y espigas
bañadas de mieles.
Conjura así los ancestrales vientos
y atado eternamente a la entraña
escucha el aullido vigoroso
de nuestros mares de recuerdos.
En prolongado vaivén
recorre enceguecido el vientre
azul,
desángrate en la penumbra,
escala la hiedra silenciosa,
trágate la azulada nuez
e incrústate en la palpitante herida.
Enredado entre las ramas
de tus bosques de almendros,
sé al fin dueño y esclavo
del sendero, de la grama
y de la blanca aurora.
Deslizándote entre rasos calientes
y húmedas almohadas.
¡Levántate Lázaro!
No decaigas en la vereda.
¡Ven! Ven a mí dispuesto,
que la muerte está gritando
avergonzada de salida.
En delicioso frenesí,
mójate la cara,
lávate el cabello,
colmate la boca ,
ahógate sin despegar el rostro
de la húmeda hendidura.
Y bébete.... Bébete
hasta la última gota
antes que mi resplandor
se extinga.
FANNY JEM WONG
LIMA PERÚ
05-11-2010
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