jueves, 27 de diciembre de 2018

UNO por FELICIANO MEJIA

Agria luz por los párpados en agonía,
luz aguada, gualda, con olor a piel de mármol

cuando llega la hora de la muerte:
el periplo se cierra y las cadenas crujen,
la mente se hace témpano y el latido un tambor de rito,
una red de carámbanos las venas.

¿A quien llamar cuando el momento del frior
ha llegado?: nadie está a tu lado
en toda la multitud de amor que te rodea.

La muerte tiene un tímpano que tintinea
con sabor a cristal esmerilado:
lo oyes varias veces a lo largo del tiempo de tu vida

pero por fin se llega al último y definitivo
y el silencio taponándote
y la mudez en lo sórdido
de lo oscuro son tus únicas alternativas.

Aceza y sonríe, animal corporativo.

©F. M.

De: Temblores (inédito)



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