Fue mi primer árbol verdadero.
Y lo recuerdo
hermoso
aún temblar
la tarde en que estrenaba mi navaja.
Quién no grabó en el árbol el amor
y venció alguna vez
creyendo en unas pocas inscripciones.
No es más de lo que sabes.
Y esto escribo guardabosques
leñador
antes del hacha
para que dejes y no te dejes conmover
para que cuelgues limpio al fin
de
alguna rama.
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