"¿Por qué no mandan una circular
permitiendo a los oficinistas
desfilar con su escritorio al parque de enfrente?"
José Watanabe
Soy dueña de mi ventanilla del banco
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más que de mi vida.
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Aprendí
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a encontrar la posición más cómoda
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en la silla giratoria
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a decir buenos días aunque no sean tan buenos
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a organizar formatos y cheques
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sin conflictos por invasión de espacio
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a utilizar la calculadora sin voltear a mirarla
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a detectar billetes falsos
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con mayor destreza que personas sinceras
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a hospedar múltiples números y contadas palabras
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en el mismo hemisferio cerebral izquierdo
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a estar a cargo de un ejército
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de grapas, clips y lapiceros
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a sobrevivir a la rutina exacerbada
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y a morir.
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Pero ciertos días en que me ilumina
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el fluorescente con más watts que nunca,
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quiero renunciar a todos mis privilegios
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despojarme de mis posesiones
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abandonar mis dominios
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para simple y complejamente
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apagar la luz.
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