Ante el
espejo una artera sonrisa
El rigor de
los meses quietos del invierno y
El mismo temblor
de manos
Mascullando
el cuero de la tarola…
Al frente tú
Indeleble
sombra
Dibujada en
la pared…
Imperceptibles
movimientos que nunca cesaron
El aire con
sus cenizas blancas
La cacofonía
del ritmo
El fresco
olor a humedad y tierra…
Una mágica
estampa dibujada sobre el espejo
Escondida en
los escombros de las esquinas
Un frágil y
diminuto mundo
En el que tú
sombra y yo voz
Bailamos la
hora infinita de este encuentro…
Cuánta magia
adormecida hay
En nuestros
brazos…
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