Tendré que dejar esta casa
esta parcela que he desyerbado
y sembrado tantas veces
Me despediré de la lluvia confidente
encargada de mi ventana
y de los surcos que abundan mi cabellera
Me despediré de todas las lluvias, de las abuelas
de las que saben cómo humedecerme
de las que viven al costado y apenas me hablan
Qué dirán estas montañas
que han crecido a mi lado
y con las cuales converso a diario y a las que lavo su
cabellera
y acomodo sus ondas,
o peino tercamente su ichu de seda
Qué les digo a los árboles que hice crecer
como si fueran mis hijos
y que venían para acompañarme a dormir
Qué hará este sol que me sigue a todas partes
Me hace gracia cuando lo veo
detrás de las rendijas esperándome
y a veces impertinente se aparece en mis reuniones
y se las ingenia para entrar sin importarle con quien estoy
Cómo haré para vivir lejos de aquí,
sin esta luz que he domesticado tantos años
y me acompaña solidaria a todos lados
Quién será el duende malvado
que habita entre papeles
y ha dañado tanto mis sembríos
quién le estará pagando para que me vaya
para que me aleje de aquí
Cómo haré para volver cada noche
cómo haré para tocar a rodos cada mañana,
cómo haré para que piensen
que están sin mí
0 comentarios :
Publicar un comentario