lunes, 20 de marzo de 2017

La sombra de los gatos por Flavia Cosma


Mujeres lascivas, con cabellos teñidos de violeta
y piernas abiertas desmesuradamente
todo lo saben,
se quedan en la sombra de los gatos,
detrás de las sucias cortinas.

Sobre sus rostros surge una sonrisa obscena,
descubriendo los dientes ennegrecidos por  ajenjo;
alargadas sobre colchones de pajas usadas,
indiferentes, las mujeres esperan algo.

No comprendiendo más, me dejo llevar
por ritmos extranjeros, bárbaros.
Una parte de mi alma
se agarra de las faldas de la brisa,
los anhelados palacios, con sus altas puertas,
se pierden en la lejanía.

Las arañas pintadas
-como buenas devotas-
 llevan el signo de la cruz
 en sus espaldas,
 y trenzan sus
 mechones transparentes
 a través del aire estival.

Los duendes del bosque,
diáfanos seres superficiales,
ríen para siempre y gritan.

Se encadenan salvajemente
en acogedoras cavidades.


En “El barrio Latino” traducción de Luis Raúl Calvo.

0 comentarios :

Publicar un comentario