Como quisiera que hablen los cerros con los
árboles!...
Que interpreten mi silencio cual
a un nido sin aves,
que oigan mi voz en el desierto
cuando desciende la noche.
Árboles que crecen en los campos
como testigos mudos de mi fatiga,
de mis lágrimas y mi silencio.
Árboles que su voz se llevaron los pájaros,
advirtiendo el triste ocaso entre los cerros
y sus hojas cayeron cual mis lágrimas
caían de tristeza al escuchar el silencio.
Como duele pasarse la vida entera,
sufriendo como sufren las débiles ramas
ante los zorzales cuando se detienen
para revelar con su triste canto algún
mal
presagio que adelanta a los hechos.
Melancolía desde donde brota el hermoso poema
ResponderEliminarJulio nos entrega un poema escrito desde la nostalgia.La nostalgia desde la inocencia infantil que recobra junto a los arboles
ResponderEliminarGracias amigos por sus comentarios. Solo escribo lo que me brota del alma.Y gracias al Editorial Cielo Gris, por publicarlo.
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