Diviso en tu mirada la nostalgia
antigua
Tus cejas pobladas por aves sepias
Viniendo de adentro
Esa lanza de acero clavada en tu
corazón
Aquellas cucardas de la colina
Es la soledad natural de la existencia
La bruma del verano silbando implacable
Guerrero al fin, elegiste tu reino en
las alturas
Florecido por un ramito de retamas
Y nos hundió tu dolor invisible
Las lágrimas de las hazañas
El horizonte libre
La tierra tuya es nuestra
¿Por qué José María?
(Cortesía:
Urpi Rosa Trinidad)
0 comentarios :
Publicar un comentario