miércoles, 11 de septiembre de 2019

DE UN VIOLIN Y LOS OJOS PARDOS por ERNESTO LOBO

El violín de maese Pedro
yace en el profundo foso de su silencio
la cuerda quebrada en espiral
es la mueca estéril
que átona
frisa con la tristeza…

El baile se dirige con rumbo incierto
las comparsas ya se perdieron
los humos son fatuos cánticos de fin de día
y tú me sigues mirando con esos ojos
que son del todo mi perdición…

Pedro dejó el sombrero junto a las carnes frescas
guisó garbanzos en morrones pimientos
recordó la última nota
aquella que se quebró
rompiendo el hechizo
mientras tú danzabas al centro de la plaza
inventando el vuelo de la perdiz
al entrelazar tus manos…

Y yo
fijo en tus enaguas
fisgoneaba tus pantorrillas
la tersa frescura de tus muslos
la bella expresión del rostro en tus labios
soñando con prenderte en lujuria
cuando el canto del mirlo se escondiese bajo el rumor del río…

Ya ahora la noche se ha vencido
el silencio
es un violín abandonado
las manos duermen quietas
Pedro carga la pesadumbre de su derrota
escuchando el suave murmullo de sus gemidos…

Este es el relato
transcrito en páginas burdas
de un violín y la dama de los ojos pardos…




1 comentario :

  1. Ya ahora la noche se ha vencido
    el silencio
    es un violín abandonado
    las manos duermen quietas
    Pedro carga la pesadumbre de su derrota
    escuchando el suave murmullo de sus gemidos…
    ES HERMOSO

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